Las reglas de la inconsciencia

Juan Repullés

Juan es mi amigo desde la adolescencia y mi socio desde hace treinta años. Somos muy distintos, y quizá eso explica que en todo este tiempo nunca hayamos tenido un desencuentro definitivo. Los años le han ido convirtiendo en un viejo arrogante, de esos que siempre quieren tener razón y refuerzan sus argumentos hablando muy alto y dando golpes en la mesa. Últimamente me enfado a menudo con él, pero le sigo queriendo igual que al principio, cuando empezamos juntos a descubrir la vida.

Juan acaba de publicar su primer libro de poemas, Las reglas de la inconsciencia. La obra me ha pillado casi de sorpresa, porque hace solo unos meses que supe de su proyecto. Aunque no soy lector habitual de poesía he disfrutado leyendo sus poemas. En esos versos he encontrado a un Juan introspectivo a quien, después de tantos años, aún no conocía. Un Juan inédito, reflexivo y a veces melancólico, que observa la juventud con ojos maduros y se observa a sí mismo como si observara a otro. Muchos de sus poemas me han emocionado.  

Te recomiendo que leas su libro. Su primer poema, Et in Arcadia ego, termina así:

Cuando empezábamos a vivir
Nadie nos dijo que la vida era esto.
Creedme:
deja algo más la vida
que las cicatrices de algún mal encuentro.
Queda el dolor que nunca podremos borrar
con los nombres de los que ya se fueron.
También queda el calor
de los besos de amor que nos dieron.
Alguna noche de gloria con vosotros,
mis mejores amigos.
Queda Baroja,
canciones en discos de vinilo,
París, Berlín, Amsterdam y siempre Londres.
Las puertas de bares
que nos permitían vislumbrar
ese mundo en el que quisimos vivir
para siempre.

Alguna vez, aún ahora,
si cerramos con fuerza los ojos
volvemos por un instante
a ser los que éramos
hace más de treinta años,
la camisa abierta,
los ojos abiertos,
la boca abierta,
las palabras mágicas
a punto de salir de nuestros labios.
Y sí, recordamos aquel juramento.
Brindamos, una vez, y otra más,
y otra más aún,
y volvemos a jurarnos
que solo queremos ser felices,
felices para siempre.

Las reglas de la inconsciencia. Ediciones Vitrubio, 2019.

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9 comentarios

  1. La poesía y la verdad se enlazan de manera que nunca sabes dónde empieza una y termina la otra. Tal vez sean la misma cosa o puede que la poesía (el arte) sea una reflexión estética de la verdad, esto no significa que pierda su valor por la sospecha de idealización, al contrario, nos la presenta envuelta en medios y procesos que nos ofrecen direcciones abstractas, sensitivas, interpretativas, … que hacen que esa verdad adquiera su plenitud.
    Leeré el libro de Juan. Seguro que será profundamente veraz. Es lo que necesitamos.
    Un abrazo a los dos

  2. Lo he querido comprar inmediatamente por Amazon en tapa blanda, dura, metalica o como fuere pero no me lo ha permitido porque no acepta el envio al Reino Unido. Soy espartano y no me rindo, asi que lo he encargado a un familiar para que me lo compre y envie esta misma semana. Necesito aclarar mis dudas respecto a ese intigrante autor que siempre me ha descolocaba con sus comentarios ironicos y algunas veces mas acidos que la bergamota en nuestras conversaciones de cafe. Besote fuerte. Javier M.

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