En los últimos días, con ocasión de la muerte de BinLaden, se ha suscitado un interesante debate moral sobre las circunstancias de su muerte y sobre la tortura.
Hace poco he seguido con interés el encuentro organizado por la revista online Edge sobre la Ciencia de la Moralidad.
Puede ser revelador contrastar la declaración de consenso de esa conferencia, que ofrece un nuevo punto de vista sobre el comportamiento humano, con las distintas posturas y opiniones morales que en estos días reflejan los medios de comunicación.
En principio, uno tiende a pensar que la secuencia percepción – opinión – valoración moral es secuencial; primero nos hacemos una idea de la situación y después nos formamos nuestra opinión y nuestro juicio moral. Pero muchos experimentos en sociología y psicología social demuestran que nuestra postura ética (o ideológica) no sólo guía nuestras actitudes y opiniones, sino que también condiciona, de forma sorprendente, nuestra percepción de la propia realidad. Y, de forma inversa, la forma en que percibimos la realidad condiciona a su vez las opiniones y juicios morales que realizamos sobre distintas situaciones y comportamientos.
DECLARACIÓN DE CONSENSO
1) La moral es un fenómeno natural y un fenómeno cultural
Como el lenguaje, la sexualidad, o la música, la moral surge de la interacción de múltiples componentes dentro de cada persona, y de las interacciones de muchas personas dentro de una sociedad. Estos componentes son el producto de la evolución, y se integran como moralidad coherente cuando el individuo madura.
2) Muchos de los componentes psicológicos de la moralidad son innatos
Muchos de los componentes básicos de la moral son visibles en todas las culturas humanas, incluyendo la compasión, la amistad, la reciprocidad, y la capacidad de interpretar las creencias de los demás y sus intenciones.
Algunos de estos componentes básicos entran en funcionamiento muy pronto en la niñez, como la capacidad de responder con empatía ante el sufrimiento humano, actuar de manera desinteresada, y castigar a quienes dañan a otros.
3) Los juicios morales se forman a menudo de manera intuitiva, con poca deliberación o valoración consciente de pruebas y alternativas.
Al igual que los juicios sobre la sintaxis, los juicios morales a menudo ocurren rápidamente, sin esfuerzo, y de forma automática. Se producen incluso cuando una persona no puede expresar sus motivos.
4) el razonamiento moral consciente desempeña múltiples funciones en nuestra vida moral
La gente a menudo aplica principios morales y participa en el razonamiento moral. Por ejemplo, la gente utiliza el razonamiento para detectar inconsistencias morales en los demás y en sí mismos, o cuando entran en conflicto distintas intuiciones morales. El razonamiento moral sirve a menudo una función argumentativa, como una preparación para la interacción social y la persuasión, en lugar de una búsqueda abierta de la verdad. En consonancia con su función de persuasión, el razonamiento moral puede tener importantes efectos causales interpersonales. Razones y argumentos pueden establecer nuevos principios (por ejemplo, la igualdad racial, derechos de los animales) y producir un cambio moral en una sociedad.
5) Los juicios morales y los valores suelen estar en desacuerdo con el comportamiento real.
La gente a menudo no logra cumplir con sus valores. Una de las muchas razones para la desconexión es que la acción moral a menudo depende del autocontrol, que es un recurso limitado y fluctuante. Hacer lo que es moralmente correcto, especialmente en contra de deseos egoístas, a menudo depende de una lucha con un resultado incierto.
6) Muchas áreas del cerebro son reclutadas para la cognición moral; sin embargo, no existe un «centro moral» en el cerebro.
Los juicios morales dependen de la operación de varios sistemas neuronales que son distintos, pero que interactúan entre sí, a veces de manera competitiva. Muchos de estos sistemas desempeñan funciones similares en contextos no-morales. Por ejemplo, hay sistemas que apoyan la aplicación de control cognitivo, la representación de estados mentales, y la representación del valor afectivo, tanto en contextos morales como no morales.
7) La moral varía entre los individuos y las culturas.
Las personas dentro de cada cultura varían en sus juicios morales y comportamientos. Parte de esta variación se debe a diferencias hereditarias en el temperamento (por ejemplo, afabilidad o escrupulosidad) o en las capacidades moralmente relevantes (como la habilidad de tomar la perspectiva de los demás). Parte de esta diferencia se debe a las variaciones en las experiencias de la infancia, y otra se debe a los roles y contextos que influyen en una persona en el momento del juicio o acción.
La moral varía entre las culturas de muchas maneras, incluyendo el ámbito global de la moral ―qué tipo de cosas se valoran―, así como las normas morales concretas, prácticas, valores e instituciones. Las virtudes morales y los valores están fuertemente influenciadas por las circunstancias locales e históricas, tales como la naturaleza de la actividad económica, forma de gobierno, la frecuencia de la guerra, y la fuerza de las instituciones para la solución de controversias.
8 ) Los sistemas morales apoyan el progreso humano.
La aparición de la moral ha permitido a grupos grandes de gente a vivir juntos y cosechar los beneficios de la confianza, el comercio, la seguridad compartida, la planificación a largo plazo, y una variedad de otras interacciones no de suma cero. Algunos sistemas morales funcionan mejor que otros, y por lo tanto es posible hacer juicios comparativos.
La existencia de la diversidad moral como un hecho empírico no es compatible con un «todo vale», versión del relativismo moral en el que todos los sistemas morales deben ser considerados igualmente buenos. Observamos, sin embargo, que las evaluaciones morales en todas las culturas deben hacerse con cuidado, ya que hay múltiples visiones justificables del progreso y el bienestar, incluso en las sociedades occidentales. Por otra parte, debido al poder de las intuiciones morales para influir en el razonamiento, los científicos sociales que estudian la moral corren el riesgo de hacer interpretaciones sesgadas por sus propios valores culturales y sus deseos específicos.
http://www.edge.org/3rd_culture/morality10/morality10_index.html