Una de las aplicaciones más interesantes de las redes neuronales es la interpretación de imágenes. Con un entrenamiento suficiente, algunas redes neuronales pueden identificar con bastante precisión el contenido de cualquier fotografía.
El entrenamiento consiste, en esencia, en mostrar al artilugio una serie enorme de fotografías e indicarle su contenido. Cada fotografía se acompaña de una serie de etiquetas que recogen lo que muestra la imagen: perro, gato, barco, casa, persona, fuente… No es muy diferente, en el fondo, a lo que hacemos cuando enseñamos a un niño pequeño.
Tras procesar decenas de miles de fotografías de gatos la red neuronal asimila el concepto “gato”, de forma que cuando se le muestra la imagen de un gato, aunque nunca haya visto una imagen similar, puede identificar que en esa foto hay un gato. A este proceso se le llama “deep learning”. En la mente de la máquina se ha creado de forma misteriosa la idea de lo que es un gato.
Cuando una red neuronal identifica un gato no hay forma de saber qué criterios ha seguido para hacerlo. No hay un lenguaje que le permita explicar cómo sabe que eso es un gato.
Hace algún tiempo, a alguien se le ocurrió hacer funcionar una de estas redes neuronales al revés. La idea consistía en mostrarle al artilugio una fotografía cualquiera, y pedirle que imagine lo que podría ver ahí. Algo parecido a pedirle a una persona que identifique imágenes en las nubes, o en los posos de café, o en las tarjetas del test de Rorschach.
El resultado es sorprendente. Las imágenes que genera la máquina tienen un aspecto alucinatorio, y remiten a las experiencias psicotrópicas o al mundo delirante de los sueños. Es como si pudiéramos ver el mundo a través de los ojos de la red neuronal.
Últimamente he estado jugando con estas redes neuronales, y algunos de sus sueños cibernéticos me parecen atractivos y extraños. En la foto de arriba, qué sucede cuando una red neuronal convolucional sueña con la Gran Vía de Madrid.
¿Tienen imaginación las redes neuronales?
Importante acordar el concepto imaginar: ¿Crear algo nuevo a partir de lo ya conocido?
Las redes neuronales tienen al final detrás una programación en las que, incluso inconscientemente, el programador deja integrado sus propios «sesgos». ¿»Imaginaría» lo mismo una red dependiendo de quien interactue con ella para solicitar ese ejercicio de «Imaginación»?
Preguntar a qué recuerda un objeto o una multitud de objetos, ¿Es imaginar?
Lo que tú llamas «sesgos» es el resultado del proceso de aprendizaje. Por ejemplo, si todos los ejemplos de persona que le enseñas son hombres blancos, la red neuronal no identificará a una mujer negra como «persona». No es muy distinto a lo que hacemos los humanos.
Interesante, también lo es que a estas alturas de la película, te manifiestes con una dirección de Internet propia separada del mundo «margen», «magenta» o lo que sea…
Interesante, por tí, por los años maduros que nos quedan profesionalmente.
Un avance, te felicito. El mundo imagen, foto, investigación supervisual… Todo converge.
Ahora sí, adelante. Sigue informándome, me interesa.
Interesante. Saludos.