Me cuenta un amigo que en Moscú es muy habitual ver obras en las aceras. Algunas se reconstruyen cada año sin razón aparente. Otras se deterioran rápidamente y hay que volver a asfaltar y reponer el pavimento con frecuencia.
Los moscovitas saben perfectamente el motivo de esta obsesión municipal por el mantenimiento de las aceras. Las autoridades municipales, con su alcalde Sergey Sobyanin a la cabeza, reciben una comisión del 15% de los contratistas que ejecutan las obras.
La esposa de Sobyanin, Irina Sobyanina, es accionista de una empresa importante de fabricación de pavimentos. A Sergey se le relaciona con una de las principales cementeras rusas.
El último presupuesto municipal para la renovación de aceras en Moscú es de 4.000 millones de rublos, que al cambio vienen a ser unos 145 millones de euros.
Al escuchar la historia de mi amigo no he podido evitar pensar en las aceras de Madrid.
En Madrid, el Plan de Aceras y Accesibilidad 2021-2022 tiene un presupuesto de más de 84 millones de euros. Quienes vivimos en Madrid hemos visto cómo en los últimos dos años se han desmontado y reconstruido, con lentitud desesperante, innumerables aceras de la capital. En muchos casos las obras parecen, a primera vista, completamente innecesarias.
En el Plan de Aceras y Accesibilidad de Madrid no están incluidas las llamadas Obras de Mejora de Accesibilidad ni las de Reforma y Reordenación de numerosas calles y plazas. Por ejemplo, el Paseo del Marqués de Zafra, por el que paso todos los días, ha sufrido durante dos años una reconstrucción de las aceras cuyo resultado final no es sustancialmente diferente al estado original. Estas obras no forman parte del Plan de Aceras y Accesibilidad de Madrid. Tras un esfuerzo que me ha parecido razonable no he sido capaz de encontrar en ningún sitio el proyecto ni el presupuesto de estas obras.
Desde el punto de vista de un contratista, las obras en las aceras son una proposición interesante. No requieren de mucha tecnología, ni máquinas sofisticadas, ni operarios cualificados. La rentabilidad de estas obras es mucho mayor que la de otras de mayor complejidad.
Mi amigo de Moscú me explica que, cuando la renovación de algunas aceras empieza a resultar escandalosa, las tuberías que circulan por debajo comienzan a tener problemas. Para repararlas hay que levantar de nuevo el pavimento; no se puede hacer de otra manera.
Me pregunto cuándo empezarán a fallar en Madrid el alcantarillado y las conducciones de agua del Canal de Isabel II.
El Poder Político es el instrumento de los corruptos, para enriquecerse con el dinero ajeno, maquillando la estafa mediante trabajos públicos
Una evidencia más para cambiar el equipo de Gobierno de esta ciudad
Esto es «un clamor» desde hace muchos años… o… es que no nos dábamos cuenta?
Allí por donde pisas en Madrid pasa lo mismo, ahora en la Av. de la Ilustración en el entronque de la Ctra. de Colmenar están reponiendo las aceras re-montadas en pandemia… sólo 2 años atrás…
Blanco y en botella.
Maravilloso artículo, me ha encantado Javier. Nuestros políticos están encantados al ver que la población no protesta, y mucho menos se rebela, como máximo un comentario de tono amable como el tuyo. Pero se agradece infinitamente. Un abrazo.